El amargo sabor de la derrota

Mis dos primeras predicciones se han cumplido. Real Madrid y Borussia Dortmund están en semifinales de la Champions. Sí, pero…

El Real Madrid ha salido en Estambul con sólo un español de inicio. La primera vez que ocurre cosa semejante en la historia del club blanco. El pichichi de la Champions Cristiano Ronaldo marcó por partida doble y alarga así su ventaja frente a sus perseguidores; el turco Yilmaz ya eliminado, y Messi que  no jugará en Barcelona mañana ( a no ser que ocurra lo de siempre y de repente entre en la convocatoria  como arte de magia).

El primer gol blanco llegó a los seis minutos, y claro con un 4-0 en el cómputo global de la eliminatoria, y teniendo el Galatasaray que meter cinco para clasificarse, pedirle intensidad a los jugadores es harto complicado. Pero claro, de eso a lo que ha ofrecido el Madrid en el día de hoy hay un mundo. Lamentable el conjunto blanco. Lamentable Mourinho, que se empeña a poner a Essien en el lateral derecho. Un jugador mediocre en toda regla, y más si tenemos en cuenta, que el Madrid dejó marchar a Carvajal rumbo a Leverkusen a principio de temporada. Se marchó lesionado el jugador africano y entró Arbeloa, que bien podía haberse quedado en casa, porque vaya partidito se marcó. Encima acabó expulsado.

Tanta alabanza a Varane pueden haberle nublado la vista al muchacho porque por primera vez como jugador blanco cuajó un partido bastante malo. Una pérdida tonta de balón pudo haber supuesto un gol de los turcos, y un caño majestuoso de Sneijder propició su segundo gol. Golazo por cierto de tacón de Drogba, al que este equipo a pesar de sus 35 años, se le queda muy pequeño.

Mourinho planteó el partido de forma pésima, como tantas otras veces. Tres goles de los turcos casi seguidos pusieron los huevos de corbata a los blancos por un momento, pero otro gol del mejor jugador del mundo en estos momentos Cristiano Ronaldo al filo del final, puso las cosas en sus sitio. A semis. Es duro juzgarles teniendo en cuenta que todo estaba muy de cara desde el principio, pero esto es Champions, no se puede andar y jugar con tan poca intensidad. En dos minutos te pintan la cara y le dan la vuelta a la tortilla. Que se lo digan al Málaga.

                                                                   

Qué pena por Dios. Y más viendo el clamoroso fuera de juego en el que estaban varios jugadores alemanes en el tercer gol. Aunque también existe posición antirreglamentaria en el segundo gol del Málaga, así que lo comido por lo servido. Dos goles en el tiempo de descuento mandan para casa a un Málaga colosal.

Que nadie se lleve a engaño. Lo que han hecho estos jugadores y dicho sea de paso Pellegrini, no tiene nombre. El técnico chileno acertó colocando un centrocampista más en la medular para contrarrestar el fútbol germano. Poner en jaque durante 180 minutos a uno de los mejores clubes del fútbol europeo, no es poca cosa. El Borussia era el único equipo invicto en esta Champions, y continua siéndolo.

Hay que decir en favor del Borussia, que el mejor jugador de la eliminatoria global ha sido Willy Caballero, el arquero argentino del Málaga, cosa que hace pensar que no ha sido tan injusto como nos pueda parecer a los españoles y aficionados del Málaga. Pero ponerle la miel en los labios y arrebatársela de una tacada en tan sólo un suspiro, es el peor de los desenlaces que un aficionado a un club puede tener. Es algo parecido a que no te toque la lotería por un número. Por un mísero número. Una auténtica putada.

Da mucha pena, jode mucho hablando mal y pronto pero levanten la cabeza malaguistas, arrimen el hombro y sonrían. Hoy se ha vivido algo histórico, y es de ley estar muy muy orgullosos.